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La organización sinérgica de las personas

Ya todos sabemos que las estructuras verticales y rígidas no funcionan. Que los empleados obedientes que cumplen su función, nos llevan sólo a lugares ya conocidos. Hemos hecho todo tipo de intentos por convertirnos en empresas de alto rendimiento y cambiar nuestra cultura organizacional a veces, con algunos resultados satisfactorios.

Pero y ¿si probamos respetando e imitando el funcionamiento natural del ser humano?

Me refiero a aquello que explicaron los biólogos Maturana y Varela acerca del funcionamiento de la vida:

Los seres vivos son organizacionalmente cerrados (porque  se hacen a sí mismos y tiene capacidad de autorregularse), e informacionalmente abiertos (reciben y producen continuamente información).

Se comprende también que cada sistema de un organismo tiene que tener por finalidad la del conjunto del organismo; y también que la finalidad del conjunto debe permitir la finalidad interna de cada sistema subyacente. Es lo que llamamos sinergia.

Así es la vida. Un montón de sistemas hipercomplejos, que funcionan de manera sinérgica. Cada molécula, cada célula, cada órgano, cada sistema que forma nuestro cuerpo, funciona con la finalidad de que el cuerpo que entre todos forman, se mantenga vivo; y el conjunto de nuestro cuerpo funciona haciendo funcionar internamente cada molécula, cada sistema metabólico, cada sistema de tejidos, etc. Esta sincronización funcional o sinergia de todos los sistemas es, resultado de cuatro mil millones de años de evolución, a lo largo de los cuales se fueron fijando cada uno de los sistemas y su relación in-formacional, caótica, asimétrica, anárquica, cíclica, múltiple, diversa, con los demás. La vida es sinergia; su fluir constante, armónico, anárquico e impredecible no puede ser objeto de dominación, sólo de respeto.

Parecería razonable, entonces, que los seres humanos nos organicemos respetando estos principios para hacerlo de manera más eficiente, sustentable y generando mayor bienestar.

Animémosnos, desafiémonos :

  • A buscar sinergia en nuestras formas de organización.
  • A buscar nuestra finalidad interior y a ponerla al servicio de un objetivo mayor
  • A definir objetivos amplios e inclusivos
  • A construir sistemas de comunicación libres y transparentes para establecer acuerdos verdaderos y abiertos entre personas CONCIENTES.

Finalmente, llegamos al punto clave. A la necesidad  y la importancia de expandir nuestra CONCIENCIA por nuestro bien y el de la sociedad toda. Y para responder cuánto antes a la inexorable demanda de nuestra época.

¡BIENVENIDOS LOS LÍDERES!